BIO
PERFIL
Nací en Zaragoza en agosto de 1973, ciudad en la que viví hasta el año 2000, momento en que me trasladé a Madrid. Estoy casado con Esther y somos padres de dos hijas, Natalia y Patricia. Soy militar del Ejército del Aire desde el año 1994. Mi especialidad es Informático y desempeño funciones de responsable IT dentro de diferentes Unidades de la estructura del Ministerio de Defensa.
Con respecto a la fotografía, fue mi padre quien inculcó en mí esta afición. Siempre le recordaré con su Yashica Minister-D en la mano y, también, el cuidado que ponía en su equipo para que yo no trasteara con ella. Hasta darse por vencido y empezar a darme los primeros consejos. Tras varias pequeñas cámaras compactas, hasta el año 1997 no tuve mi primera réflex, una Minolta Dinax-4 analógica. Hasta el año 2005 me acompañó, momento en que adquirí mi primera réflex digital: la maravillosa Nikon D50. Fue el momento en que comencé también con el procesado digital de manera autodidacta. Poco a poco fui profundizando en los secretos de Photoshop. Esto y unido a la actividad por aquella época de los foros que existían en internet, servía para, a través de la crítica, ir avanzando en las técnicas tanto del momento de la toma como del procesado. También fue esta primera época de transición digital, donde fue formándose en mí una atracción hacia la fotografía de paisaje, tanto urbano como natural.
Además de la fotografía, me encanta viajar, lo que hace que ambas actividades se complementen a la perfección. Hasta el punto de viajar solo con el único objetivo de hacer fotografías. He tenido la suerte de poder visitar Islandia, Canadá, Marruecos, Estados Unidos, Turquía… Debido a mi actividad laboral y en el desempeño de cometidos como integrante de operaciones de paz he visitado también países que no suelen ser destino fotográfico, pero en los cuales he podido capturar estilos de fotografía no tan habituales en mí trabajo fotográfico, centrándome más en las personas que en el propio paisaje. Estos países son, por ejemplo, Afganistán o Yibuti, en el Cuerno de África.
FOTOGRAFÍA
Básicamente mi trabajo fotográfico se basa en la fotografía de paisaje, ya sea paisaje natural o paisaje urbano. Epecialmente en lo que se conoce como fotografía crepuscular y nocturna. La fotografía crepuscular se centra en el instante en que el sol raya el horizonte. Son esos momentos en los que, si el cielo así nos lo brinda, comienzan a aparecer esos tonos naranjas-rojos-magentas que tanto llaman la atención. Esa es una de las razones por las que me gusta viajar a latitudes altas. El sol, en determinadas ocasiones en estas latitudes, no alcanza más de 30º de elevación con lo que ese momento que, en España por ejemplo, es efímero, y ese momento en el que los tonos cálidos lo inundan todo se convierte en periodos que pueden alcanzar incluso varias horas.
Pero la fotografía también es adaptación. En ocasiones y dependiendo del entorno donde me encuentre también me atrae mucho el retrato o momentos cotidianos de la gente. De hecho, siempre ha sido un referente para mí el trabajo de Steve McCurry, en especial el realizado a lo largo de los años en Afganistán. Otro referente es el español Gervasio Sánchez y sus importantes series sobre la guerra, como el realizado en Yugoslavia o África ó América Latina.
A nivel más cercano, me gusta contemplar el trabajo de gente que he ido conociendo (personalmente o a través de las Redes) a lo largo de estos años. Algunos de ellos se han convertido en grandes amigos personales. Trabajos como los de David Martín Castán, Jesús M. García Flores, Pablo Ruiz García, Juan López Ruiz, Javier de la Torre, Daniel Viñé García... son fuente de inspiración en mi trabajo. O los Simon Roppel, Max Rive o Marc Adamus, a nivel internacional. Merece la pena descubir el trabajo de todos ellos.
Mención significativa a mis habituales compañeros de batallas y aventuras. Fernando Molina, Unai García Atienza o Rodrigo Núñez Buj, con quienes la fotografía se convierte en excusa a la hora de juntarnos un rato y planificar el siguiente viaje o la siguiente salida.
Y, lógicamente, no podía dejar de mencionar a la asociación a la que pertenezco desde hace ya unos cuanto años. La Asociación Fotográfica Miradas, de Ceuta, y a los logros que juntos hemos ido consiguiendo en este tiempo, llegando a conseguir gracias a su apoyo el Premio Nacional de Fotografía 2021 de la Confederación Española de Fotografía.